Del 9 al 25 de Julio. BAC Galería de arte.
12 de Octubre 658, Salta
Paredes adornadas con afiches donde se ve, como borde de enaguas, el engrudo seco.
Falsas ofertas, detrás de vidrios; vidrios que protegen vidrios. Vendedores ambulantes compiten su poder de convocatoria, ante la mirada pedigüeña de un mendigo.
En la casa, el escenario lleno de impostores de proezas de la razón. Autos de juguete persiguen al eterno niño. La música se desespera por salir de su cuerpo, de su cabeza, ella hace pequeños nidos verdes en su boca. Solo hay una manera de despertar la conciencia de los timbres y es yendo en bicicleta. Y los otros —todos y cada uno de ellos— tienen cierto estupor, esa extraña energía que nos da pudor mirarlos.
Entonces hay un lápiz que hace una línea, y de pronto ocurre una experiencia notable, algo que hasta hoy en día nadie pudo explicar. Esa línea sobre el papel cobra vida, y traza la perfecta silueta de sus almas, de solo aquellos que vieron el afuera, ese mundo intangible, de lo indeterminado, de lo impreciso, de lo sagrado. He sabido por las malas lenguas que ese soñador, el dueño del lápiz, el capitán de stultifera navis (nave de los locos) que navega por las aguas tranquilas de la sin razón y que le dicen Alberto o Julián, que significa, el que no tiene miedo a volar, pero él jamás reveló su verdadero nombre. Hay quienes dicen que su nombre son un grupo de consonantes y números, siete en total.
Lo que si se sabe a ciencia cierta es que a nadie debe extrañar que esas almas plasmadas en el papel, un día no las encuentren, por eso señor espectador déjese atrapar por la emboscada, ese que tienta a mirar no un dibujo sino el estar en la presencia de lo sublime de la vida.
La emoción comienza cuando el discurso termina.
Jorge Renoldi
Curador
Estimado artista:
Admiro su capacidad de poner en un papel toda la belleza y complejidad de las mentes humanas, así como de su majestuosa arte, donde pone de relieve que la “creatividad” se encuentra en un tramo muy cercano a la locura…
A esa locura que nos emprende en un viaje que nos invita a soñar, a volar como dice uno de sus dibujos, para ello se necesita romper con los prototipos y prejuicios impuestos por la sociedad, que nos obliga a creer que todo funciona desde la lógica, desde la coherencia, desde la rutina, pero cuando nos atrevemos a mirar desde otra perspectiva que algo de la locura, de ser distinto, nos salva y es ahí cuando el arte refleja las emociones más internas de las personas.
Ivana Latini
Psicóloga